La experta, Subdirectora de la Feria de Frankfurt, dice que el libro de literatura no va "a cambiar mucho". Y que los más jóvenes leen "de otra manera".
Por: Alejandra Rodríguez Ballester
Se ríe del hallazgo y muestra la pantalla del celular con la imagen que piensa colgar en el blog de la Feria de Frankfurt, la leyenda que remite al logo de Faceboook: "+book face", una publicidad original que circuló este año en la Feria del Libro y que, humor mediante, no deja de trasmitir la preocupación de los organizadores por la competencia del universo digital con el de papel. La filóloga española Marifé Boix García es vicepresidenta de la Feria de Frankfurt y estuvo en Buenos Aires durante la última feria porteña. A agenda completa: no sólo se reunió con Cristina Kirchner, sino con todos los que estarán en la feria alemana este año a partir del 5 de octubre, cuando Daniel Barenboim dé un concierto en la Antigua Ópera de Frankfurt. Es que la Argentina es invitada de honor este año. Por eso Boix García se reunió con el Gobierno nacional, el de la Ciudad de Buenos Aires, las dos cámaras de editores y los libreros. Y entre reunión y reunión, compró libros de autores argentinos, desde Fogwill a Sergio Olguín.
- ¿Se interesan las editoriales alemanas por los libros argentinos?
- El éxito del programa de traducción lo demuestra. La Argentina se ve como un país interesante.
- ¿Cómo ve los preparativos de la Argentina para Frankfurt?
- Hay mucha expectativa. La Argentina había reservado un espacio de 300 metros cuadrados, y hace un mes se agregaron 100 más. Yo veo mucho interés en las editoriales independientes en ir a Frankfurt y en las reuniones con las cámaras del libro, Exportar y el Comité Organizador (CoFra) se está pensando cómo distribuir ese espacio para dar cabida a unas 100 editoriales. La idea es que sea un lugar abierto, transparente, que invite a entrar. Y los libros estarán agrupados por materias, no por editoriales.
-Usted que es experta en ferias de libros, ¿qué opina de la de Buenos Aires de este año?
-Que está muy bien, que la gente se empeña en tirar la casa por la ventana. Sé que se ha cerrado un pabellón, pero no he visto que falte nadie. El stand del Bicentenario es muy bonito y me parece positivo que hayan decidido darle más espacio al cómic, es un género que podría trabajarse de manera más específica.
-¿Qué impresión le produjeron los episodios de violencia en dos presentaciones de libros?
-En la presentación de su libro, a la autora cubana Hilda Molina, no la dejaron hablar; eso es como un acto de censura. En la de Indek, de Gustavo Noriega, tampoco se pudo realizar la presentación.
Yo no estoy muy al tanto de la cuestión política de fondo, pero es muy fuerte si esto lo hace el gobierno, está más allá de lo que es la democracia. En la Feria de Frankfurt, nuestro lema es defender la libertad de expresión.
-¿Les ha sucedido algo similar?
- No. Cuando nos visitó Salman Rushdie, que estaba amenazado de muerte, pusimos mucha seguridad.
-¿Cree que el libro electrónico llegó para quedarse?
- Sí. En Frankfurt pensamos cómo podemos reaccionar como feria. Creamos espacios dedicados a la digitalización: a los soportes, a los formatos para celulares, a todo lo que se llama "infotainment", donde el ebook te da un valor añadido. El libro no va a cambiar mucho en literatura o en infantiles; el e-book se desarrollará más en el sector académico o científico.
Y tenemos que estar preparados para la generación que viene, porque ellos leen de otra manera.
Hay que investigar. Definir una plataforma común, un lenguaje común para no estar en la disyuntiva de publicar por Amazon, por Sony, etc... Pensar cómo usar las nuevas tecnologías para promover los libros. Hay que cuidar la calidad, no puede ser que manden un capítulo de una novela reducido, pero es posible que sirva como forma de promoción.
-¿Qué recomendaría a una editorial que va por primera vez a Frankfurt?
- Es fundamental que definan un objetivo. Que no tengan expectativas demasiado altas de ir y vender. Se pueden hacer otras cosas de provecho, como ver cómo se diseñan las tapas en otros países o hacer contactos. Es importante que se orienten previamente, que vean quiénes van por materia y por país, que intenten fijar citas con anticipación, en julio y agosto. Puede ser que algunos no les contesten, pero deben seguir intentando. Deben armarse su itinerario, y también dejarse tiempo libre para recorrer la feria.
Por: Alejandra Rodríguez Ballester
Se ríe del hallazgo y muestra la pantalla del celular con la imagen que piensa colgar en el blog de la Feria de Frankfurt, la leyenda que remite al logo de Faceboook: "+book face", una publicidad original que circuló este año en la Feria del Libro y que, humor mediante, no deja de trasmitir la preocupación de los organizadores por la competencia del universo digital con el de papel. La filóloga española Marifé Boix García es vicepresidenta de la Feria de Frankfurt y estuvo en Buenos Aires durante la última feria porteña. A agenda completa: no sólo se reunió con Cristina Kirchner, sino con todos los que estarán en la feria alemana este año a partir del 5 de octubre, cuando Daniel Barenboim dé un concierto en la Antigua Ópera de Frankfurt. Es que la Argentina es invitada de honor este año. Por eso Boix García se reunió con el Gobierno nacional, el de la Ciudad de Buenos Aires, las dos cámaras de editores y los libreros. Y entre reunión y reunión, compró libros de autores argentinos, desde Fogwill a Sergio Olguín.
- ¿Se interesan las editoriales alemanas por los libros argentinos?
- El éxito del programa de traducción lo demuestra. La Argentina se ve como un país interesante.
- ¿Cómo ve los preparativos de la Argentina para Frankfurt?
- Hay mucha expectativa. La Argentina había reservado un espacio de 300 metros cuadrados, y hace un mes se agregaron 100 más. Yo veo mucho interés en las editoriales independientes en ir a Frankfurt y en las reuniones con las cámaras del libro, Exportar y el Comité Organizador (CoFra) se está pensando cómo distribuir ese espacio para dar cabida a unas 100 editoriales. La idea es que sea un lugar abierto, transparente, que invite a entrar. Y los libros estarán agrupados por materias, no por editoriales.
-Usted que es experta en ferias de libros, ¿qué opina de la de Buenos Aires de este año?
-Que está muy bien, que la gente se empeña en tirar la casa por la ventana. Sé que se ha cerrado un pabellón, pero no he visto que falte nadie. El stand del Bicentenario es muy bonito y me parece positivo que hayan decidido darle más espacio al cómic, es un género que podría trabajarse de manera más específica.
-¿Qué impresión le produjeron los episodios de violencia en dos presentaciones de libros?
-En la presentación de su libro, a la autora cubana Hilda Molina, no la dejaron hablar; eso es como un acto de censura. En la de Indek, de Gustavo Noriega, tampoco se pudo realizar la presentación.
Yo no estoy muy al tanto de la cuestión política de fondo, pero es muy fuerte si esto lo hace el gobierno, está más allá de lo que es la democracia. En la Feria de Frankfurt, nuestro lema es defender la libertad de expresión.
-¿Les ha sucedido algo similar?
- No. Cuando nos visitó Salman Rushdie, que estaba amenazado de muerte, pusimos mucha seguridad.
-¿Cree que el libro electrónico llegó para quedarse?
- Sí. En Frankfurt pensamos cómo podemos reaccionar como feria. Creamos espacios dedicados a la digitalización: a los soportes, a los formatos para celulares, a todo lo que se llama "infotainment", donde el ebook te da un valor añadido. El libro no va a cambiar mucho en literatura o en infantiles; el e-book se desarrollará más en el sector académico o científico.
Y tenemos que estar preparados para la generación que viene, porque ellos leen de otra manera.
Hay que investigar. Definir una plataforma común, un lenguaje común para no estar en la disyuntiva de publicar por Amazon, por Sony, etc... Pensar cómo usar las nuevas tecnologías para promover los libros. Hay que cuidar la calidad, no puede ser que manden un capítulo de una novela reducido, pero es posible que sirva como forma de promoción.
-¿Qué recomendaría a una editorial que va por primera vez a Frankfurt?
- Es fundamental que definan un objetivo. Que no tengan expectativas demasiado altas de ir y vender. Se pueden hacer otras cosas de provecho, como ver cómo se diseñan las tapas en otros países o hacer contactos. Es importante que se orienten previamente, que vean quiénes van por materia y por país, que intenten fijar citas con anticipación, en julio y agosto. Puede ser que algunos no les contesten, pero deben seguir intentando. Deben armarse su itinerario, y también dejarse tiempo libre para recorrer la feria.
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