https://www.pagina12.com.ar/345063-el-himno-nacional-y-los-mediocres-de-siempre
Página I 12
Rosario 12 01 / 06 / 2021
Ante todo, debo decir que Pablo Juárez y Evelina Sanzo son dos refinados artistas, intérpretes y compositores de la Rosario contemporánea. En un sorprendente encuentro musical nos han regalado una bellísima versión de nuestro Himno Nacional que de por sí, no merece otra cosa que aplausos y felicitaciones.
Es verdad que el espíritu mozarteano
de la partitura de 1813, destinado a destacar el clima patriótico y antiespañol
de esos momentos fue atenuado por un carácter de balada que permitió a los
intérpretes fraseos estupendos que crearon un clima recordatorio y simbólico,
que remitió a los espacios más profundos de nuestra memoria cuando la pedagogía
oficial y la escuela primaria inducían, cuando niños, nuestra conciencia de
Patria.
Curiosamente algunas voces
discordantes pusieron el grito en el cielo por un fino toque a la letra que le
pone un sello 2021.
Curiosamente, ninguno de ellos
recordó que ni la música, ni la letra, ni la extensión que conocemos y
entonamos hoy como propias del Himno Nacional Argentino son originales, ya que
fueron reformadas en reiteradas oportunidades.
La recopilación de los materiales que
sobrevivieron desde la Asamblea de 1813 estuvo a cargo de Juan Pedro Esnaola en
1860.
“En 1900, un decreto del 30 de marzo
firmado por el presidente Julio Argentino Roca dispuso que sólo se cantaran la
primera y la última cuarteta y el coro de la Canción Nacional, lo que fue
ratificado por el Decreto 10.302 de 1944”, según textos de la web oficial del
Estado nacional. Pero la realidad es que Roca, por Decreto, suprimió el 80 por
ciento aproximadamente (unos siete minutos) de la letra del Himno por la
sencilla razón que entendió que el texto original era antiespañol y las
condiciones políticas habían cambiado desde los tiempos de la Independencia.
Así vivimos los argentinos: cuarenta años, hasta 1944, con un Himno modificado
fácticamente por Decreto.
En su afán por desacreditar la
cuidada versión de Sanzo/Juárez muchos sostienen que el Himno “es un símbolo
patrio, inmodificable o que para modificarlo se requieren asambleas de decisión
del pueblo”. Peor aún, pretenden aplicar el artículo 222 del Código Penal como
marco sancionatorio. Me pregunto: si a Evelina por modificar finamente dos
palabras se la acusa de “ultrajar” el Himno, ¿Qué queda para Roca que de un
plumazo suprimió siete estrofas?
Sólo basta leer el texto de López y
Planes para comprender la grave amputación aplicada a nuestra Marcha Patriótica
en 1900. Según la visión del autor, surgía una nueva Nación a partir de la conquista
de su libertad, luego de luchar contra la tiranía y la opresión. No hubo
alusión en la letra a sectores sociales, sino que se menciona a todo el pueblo
argentino como integrante de un grupo más amplio: el pueblo americano aludiendo
incluso a diversos lugares de América: México, Quito, Potosí, Cochabamba, La
Paz, Caracas y Buenos Aires expresando la unión americana en la causa
emancipadora.
Entre otras mutaciones, en el siglo
XXI, y en este camino de “supresiones”, se destaca la versión utilizada por la
Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) que deja a nuestro Himno sin
voz, sin texto. Quien lo escucha, no sabe a qué país representa.
Los mediocres de siempre no han
levantado sus voces en esos casos. Sólo han reaccionado cuando una joven mujer
rosarina contemporánea les recuerda finamente que soplan nuevos tiempos y que
están dispuestas a “…con gloria morir, con gloria vivir”.
Por todo lo expuesto sólo atino a
pensar que las voces acusadoras no defienden la integridad literaria ni
ideológica de nuestro Himno. Sólo expresan, mal que les pese, un profundo
sentimiento antifeminista. Sepan que el corazón de los artistas no se detiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario